Con un trazo fluido y contundente Sanders crea historias muy astutas que, lejos de adoctrinar a los niños sobre los buenos hábitos, usan al proverbial personaje del lobo para establecer una complicidad divertida y maliciosa entre autor y lector en la que tambien participarán los padres para dejar de lado por un rato la imprescindible rutina diaria.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.